lunes, 23 de octubre de 2017

En el metro

Entro en el metro después de salir de trabajar, vuelvo a casa como cada día. Justo a mi lado se coloca una chica con aspecto poco femenino a quien empiezo a analizar de arriba a bajo discretamente.
Me parece que es un chico con aquel corte de pelo a la última moda, esos pantalones ceñidos que lo marcan todo y esa camiseta blanca, un poco amplía, pero lo justo para saber que debajo se encontraban unos senos sin ataduras.

Que raro, nunca me había parado a observar tan detenidamente a una chica, es más, voy a tener que volver a mirar porque me llama mucho la atención ese atractivo que tiene tan ambiguo.

Quedan unas cuantas paradas para llegar a casa; aún no sé donde se bajará ella, pero hoy me esta entrando mucho calor y curiosidad por saber más.
La miro discretamente y ella me observa a través del cristal negro donde se refleja todo, sabe que la estoy mirando y justo en ese instante me mira en modo escaner y se muerde el labio inferior como queriendo decir algo.

Empiezo a ponerme nerviosa y a moverme girando la cabeza, disimuladamente por si alguien se está percatando de lo que está sucediendo.

Ella aprovecha ese instante para mirarme y me hace un guiño que llego a captar por el rabillo del ojo.
Se anuncia por megafonía la próxima estación yo me dirijo a la salida; ella aprieta el botón de la puerta para que se abra, sale ella en primer lugar y no paro de seguirla con la mirada desde atrás...

8 comentarios:

  1. Qué chulada la entrada...
    Supongo que siempre lo que es distinto a lo que consideremos habitual, nos llama la atención, es inevitable. Y tan difícil controlar el "no quiero mirar, no quiero mirar..."
    Besitos.

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    1. Cosillas que pasan en el metro o en cualquier otro lugar... somos curiosos por naturaleza y a veces vemos más de lo que imaginábamos. Un abrazo, amiga

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  2. ¿Y por qué no la seguías con los pies y no con la mirada? Que poco valoráis vuestros pies... ¡Si yo tuviera!

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  3. Tienes toda la razón mi querido amigo, voy a tener que valorar más cosas a partir de ahora. Un besazo

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  4. Nos dejas en ascuas ¿Qué pasará? ¿La seguirá? ¿Se atreverá a entrarle? Hummm
    Un final tan abierto como la imaginación. Me encanta.

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    1. Mmm... pues habrá que seguir la historia ¿no? jaja :) gracias por pasarte amigo y enhorabuena por tu participación en ese libro de Academus

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    2. Me ha gustado mucho el concepto de esta historia... tiene miguilla! Sin duda, ese final abierto puede dar para mucho.

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    3. Bienvenida Chica del té, me alegra que te haya gustado la historia y me encantará verte por aquí. Muchas gracias por tu comentario y un saludo

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